El alimento gratis
Por años, quizá por siglos. Las gaviotas de un puerto bello volaban sobre el mar abierto durante horas para conseguir su alimento; una tarea difícil que una generación de gaviotas enseñaba a la siguiente. Pero un buen día, una
Pequeña flota camaronera decidió usar puerto bello como base de operaciones. Las aguas de la bahía pronto estuvieron llenas de bocaditos de camarón que los barcos iban tirando de sus redes al volver al puerto.
Las gaviotas de puerto bello ya no tuvieron que salir de pesca, todo lo que quisieran comer estaba al alcance de sus picos. Pasaron tres años y las gaviotas seguían con sus banquetes de camarón, pero un día la flota camaronera abandonó puerto bello; entonces la comida gratis se acabó.
Durante días las gaviotas revolotearon por toda la bahía graznando de asombro y de furia al constatar la pérdida de su acostumbrada comida. Al pasar el tiempo comenzaron a morirse de hambre. Hubieran podido sobrevivir sólo con volverse a acostumbrar a la pesca. Pero el largo periodo de comida gratis las había privado del instinto para hacerlo; la nueva generación de gaviotas simplemente no había aprendido a luchar nunca por sí misma.
Moraleja; regala un pescado a un hombre y comerá un día; dale de comer varios pescados y comerá varios días, enséñale a pescar y comerá toda su vida toda su vida.
Comentarios recientes